Dentro del abordaje que realizaremos en consulta en las patologías respiratorias pediátricas se incluye:
- Una entrevista exhaustiva para poder determinar las posibles causas del desarrollo de la patología en cuestión: desarrollo intrauterino, parto, primeros meses de vida… causas hereditarias, programación del sistema inmune, hábitos de vida, polución…
- Determinación de la programación imperante del sistema inmune: inflamatorio o antiinflamatorio.
- Plagiocefalia y/o disfunciones craneales o vertebrales.
- Revisión de las etapas del neurodesarrollo.
Todo esto es necesario para poder realizar una evaluación que nos permita proponer un tratamiento encaminado a la resolución del proceso patológico.
El tratamiento consistirá en el abordaje de las causas que se hayan determinado como importantes en cada caso concreto: mecánicas (Osteopatía, TMPI, Respiratorias), nutricionales (PNI), estimulación (TMPI).
El equipo lo constituimos diferentes profesionales, y no importa con quien se comience el tratamiento, ya que si es necesario un trabajo específico en un área se derivará a la persona adecuada.
Cuando un niño/a tiene una patología respiratoria debemos tener en cuenta que tanto su aparato respiratorio como su sistema inmune están inmaduros y en proceso de desarrollo estructural y de programación. Esto quiere decir que la anatomía y la fisiología son distintas a la del adulto, y hay múltiples causas que les hacen especialmente vulnerables.
La importancia de la prevención, la detección precoz y la intervención adecuada reside no ya en el curso de la patología actual que está padeciendo, si no en el daño estructural y funcional que pueden sufrir las partes anatómicas que aún se encuentran en desarrollo. Además, estas patologías infantiles cuando se vuelven crónicas son un factor predisponente a las enfermedades respiratorias en la vida adulta.
Otra razón para cuidar la salud respiratoria de los niños que aunque no tienen una enfermedad respiratoria concreta si padecen de mucosidades constantes, respirar por la boca, dormir con la boca abierta, apnea del sueño, otitis, conjuntivitis, etc, es que también están madurando y desarrollándose el oído y la estructura facial.
La función de oír correctamente necesita de unas vías respiratorias limpias y vacías de moco que permitan una programación adecuada de los sonidos para después desarrollar una función adecuada del habla. Lo mismo ocurre con el desarrollo de la cara, que crecerá 8 veces en tamaño desde el nacimiento hasta la edad adulta. Requiere de una buena función respiratoria, de la posición de la lengua, de la activación y posterior integración de los reflejos primitivos, de respetar las etapas que ha de vivir cada niño en su neurodesarrollo.
Nosotros estamos aquí para realizar este trabajo junto a la familia, para guiarles en este proceso y para resolver sus dudas.